La Colección

Sabes que no "eres como los demás" y ahora quieres encontrar tu forma óptima de funcionar mental y emocionalmente.

Has hecho terapia.

Has hecho el journaling de agradecimiento.

Has hecho yoga.

Has repetido afirmaciones mirándote directo a la pupila.

Y aún así, te levantas con la cabeza llena, tensión en el cuello, y la sensación de que estás viviendo por debajo de tu potencial real.

Eso es porque tu forma de funcionar es distinta y lo que has hecho te ha funcionado hasta ahora, pero no será suficiente para lo siguiente que quieres.

Para eso es esta Colección de Salud Mental Funcional.

Es para mujeres que ya tienen lo convencional para estar tranquila y ahora están listas para otra cosa.

Para las que quizás se preguntan si lo que tienen es una neurodivergencia, o simplemente necesitan encontrar una forma distinta de funcionar, porque lo que están haciendo simplemente no les basta. 

Entonces déjame contarte una historia personal sobre cómo adaptarte a la norma (cuando ella no funciona para ti) te puede estar jodiendo.

Y que por eso necesitas construir tu norma funcional.

Porque si sigues forzándote a funcionar como las demás, te vas a reventar.

Voy.

Mi papá decía que yo era tosca.

Por mi tamaño grande en comparación con mi prima de la misma edad, por “mano suelta” cuando me molestaban y porque te decía las cosas en la cara sin “tratar de no herirte”.

Entonces durante años intenté suavizarme.

Decir las cosas con un tono “rosado”.

Bajarle a la intensidad.

Sonreír más.

De adulta tuve trabajos "normales.

Fui nutricionista en una clínica, y trabajos en centros de llamadas.

Haciendo mi vida en torno al 9-5 y con vacaciones para olvidarlo todo un poco.

No duraba mas de un par de meses en cada lugar.

En el trabajo me distraía.

Me parecián aburridos.

Y tenia una somnolencia incontrolable después del almuerzo, a pesar de que me faltaban 4 horas mas de trabajo bajo esa luces fluorescentes escandalosas.

Mi salud mental estaba okay, pero no genial.

No entendia por qué no podia quedarme tranquila y funcionar bien con lo que tenia, ya que el resto parecia estar okay con ello.

En vez de seguir enmascarando tanto mis formas naturales de trabajar y las emociones reales que tenia me pregunté quién seria y qué haria si no me sintiera forzada a tanta falsedad y pretender.

Aprendí a escuchar síntomas de agobio, sobrestimulación e incompatibilidad y reorganizar mis decisiones en torno a ello, sin comportarme de forma frágil tampoco.

Y así pude crear un contexto que optimizara mi mente, atención y energía.

Que me diese la oportunidad de obtener y sostener el matrimonio que siempre he querido, una crianza a mi estilo y la abundancia financiera y de identidad para construir un negocio multi-seis cifras netas anuales, todo gracias a ser diferente.

La Yo que en algún momento fue problemática, resultó ser la solución.

Eso es lo que pasa cuando usas tus sensibilidades como recursos para lograr tus sueños.

Porque Salud Mental Funcional ≠ estar bien todo el tiempo.

Es saber cómo operar cuando estás apática, perdida y distraida.

Es no tener que hundirte si un día no meditas, si tu hijo se enferma, o si estás modo “nadie me hable”.

Porque sin salud mental funcional, todo lo que construiste (familia, negocio, identidad) cuelga de un hilo.

Un hilo que depende de tu estado de ánimo, tu concentración y tu autocontrol.

Un hilo que sobre-depende de tu concentración, tu estado de ánimo, tu capacidad de “estar bien”.

Y eso te hace poco fiable.

Para ti.

Para tu negocio.

Para tu familia.

Salud mental funcional no es forzarte a estar bien. Es estar bien porque entiendes qué necesitas ajustar y cómo usar tus particularidades como un superpoder que te diferencia.

Por eso creé esta tríada de cursos online:

• Presta Atención
  Para dejar de vivir desconectada, dispersa o con un cerebro que parece el de un niño de 3 años.

• Bye Ansiedad
  Saber en cuál de las 3 etapas de ansiedad estás y liberar tensión corporal-mental acorde para dejar de sobrepensar cosas que te dejas drenada.

• El Llamado al Autoestima
  Para dejar de conformarte con relaciones, dinámicas o estándares que te quedan chiquitos y empezar a actuar desde tu valor real (no el que te dicen que tienes, el que sabes que tienes).

¿Qué pasa cuando dejas de vivir dispersa, ansiosa y sin creer en ti misma?

• Sostener una sola idea sin abandonarla por miedo a aburrirte.

• Convertir tu energía intensa en dirección constante, sin perderte a ti en el proceso y sin sobreestimularte.

• Entrenar tu atención sin forzar disciplina.

• Reconocer qué hábitos te están robando atención sin que te des cuenta.

• Volver a habitar tu momento sin forzar “presencia”.

• Comprender cómo tu sistema nervioso se regula cuando aprendes a permanecer.

• Saber cuándo una emoción es señal real, y cuándo es sabotaje interno.

• Y recuperar esa parte tuya que no está perdida: solo está cansada de vivir para todos menos para ti.

Porque lo contrario de la distracción no es concentración perfecta.
Es permanencia interna.
Y eso… sí se puede entrenar.

¿Cómo lo hacemos?

Con teoría accionable, microacciones entrenables y reescritura de identidad.

No "eres" alguien a quien le cuesta prestar atención.

Solo no te han enseñado cómo funciona en ti.

Con esta Colección de Salud Mental Funcional vas a:

• Salir del loop de frustración o vergüenza que te hace sentir que fallas por no poder enfocarte.

• Usar el “vómito de ideas” como liberación mental estratégica, no como caos.

• Entender cómo la memoria y el estilo de apego afectan tu atención y tu autoestima y una manera muy sencilla de mejorarla.

• Diferenciar estímulo dominante de estímulo relevante, para dejar de colocarle peso o dejarte llevar por tareas minuciosas pero luego ser negligente con lo que realmente importa.

• Detectar “falso descanso” y por qué ciertas actividades que parecen ser reparadoras son peores para cerebros sensibles y diferentes.

• Comprender que el multitasking emocional agota más que el mental y una forma sencilla de dejar de sobrecargar tu cerebro y cuerpo.

• Entender cómo tu inflamación afecta tu foco (sin volverte obsesiva con la salud).

• Dejar de confundir tu atención divergente con “trastorno”. No estás rota, no has sido educada en cómo funcionas mejor y este es tu mapa para conectar con tu propia forma de funcionar, sin moldes ajenos.

• Cambiar tu foco emocional mal entrenado que se siente como pereza o “todo me da igual” a uno enfocado y que termina tareas multipasos.

• Aprender a volver a la realidad cuando tu cabeza se va.

• Reconocer que no es que tengas déficit: el mundo tiene exceso de estímulos irrelevantes.

• Romper el ciclo de "alerta roja" antes de que arranque y así detectas y cortas la ansiedad antes de que se ponga fea. Es bajarle a los ataques de ansiedad que te agarran justo cuando estás en el supermercado decidiendo entre cereales.

•  Dejar de partirte la cabeza cada vez que tienes que tomar una decisión mínimamente importante y luego el temor a haber elegido lo incorrecto.

•  Tener menos miedo irracional a que el cielo te caiga en la cabeza. Sí, eso es cosa del pasado, como los discos de vinilo. Y tampoco tienes tantas noches de insomnio contando problemas en lugar de ovejas. Esto con un protocolo que haces a lo largo del dia y no solo higiene de sueño. De hecho, ve Netflix antes de dormir si quieres, esto es mucho mejor y realista.

•  Dejar esa sensación constante de que algo malo va a pasar o que no haces suficiente para ser productiva y de valor. Esto gracias a estrategias específicas para gestionar pensamientos intrusivos y de identidad durante episodios de alta ansiedad usando técnicas que reducen la carga cognitiva y liberan tu energía mental.

• Convertirte en un ninja en gestionar conflictos, porque ya no estarás predispuesto a pensar que cada comentario es un ataque personal ni en corregir a otras personas como si tu fueses su madre. Aquí veremos tambien algo llamado "herida de la bruja" para mejor entender el miedo a otros.

•  Tener una claridad mental que ni los gurús de meditación alcanzan a ver, gracias a manejar la incertidumbre y sensación de hacerlo mal.

• Tener menos visitas al doctor por problemas relacionados con el estrés. Tu médico empezará a extrañarte.

•  Dejar de ser el "adulto preocupado" en cada grupo y empezar a ser el "adulto relajado" que todos quieren tener cerca porque no eres la mamá de nadie y no andas a la defensiva.

•  Decirle adiós a las comparaciones tóxicas con todo aquel que parece tener su mierda más junta que tú, y mira cómo tu confianza personal se cuadruplica.

•  Usar una fórmula para manejar la ansiedad y duelo ecológico, cultural y social que te deja pegada sintiendo que el mundo se desmorona. Para que tu preocupación por el planeta no haga que ahora otros necesiten rescatarte a ti  sino que seas ayuda real.

•  Convertir el miedo paralizante y la indecisión en acción y decisión, incluso cuando sientes que no puedes moverte. Activa tu capacidad de tomar decisiones rápidas y efectivas con técnicas que cortan de raíz la parálisis por análisis, impulsándote a avanzar sin dudas.

•  Usar un protocolo ya escrito para cuando empiezas a quedarte "pegada" en un ciclo de ansiedad y con ese mismo protocolo puedes prevenir futuros episodios para navegar cambio y estrés (de pareja, mudanza, financiero, duelo, etc.). Aprendes a leer las señales de tu cuerpo antes de que comience el torbellino.

•  Tener el truco contraintuitivo para regular tus niveles de cortisol sin sentir que estás constantemente luchando contra tu biología. Esto para mantener el cortisol a raya, y no sentirte luchando todo el tiempo.

•  Descubrir la forma definitiva de superar el miedo a que no te entiendan sin negar que necesitan conectar con lo que dices para que no te cagues oportunidades laborales, amorosas o de amistades.

• Dejar de frenarte por lo que otras personas piensen de ti o tus metas, incluso si son personas importantes como tu pareja y padre, sin que esto suponga ignorar lo que dicen gracias a herramientas de navegación de conflicto social y así de una vez por todas dejas de dudar de tu propia autoridad y brújula interior.

• Reconocer la ansiedad de no estar lista que se dispara justo antes de lograr metas ambiciosas que hace que las personas bloqueen obtener lo que quieren y hace que se metan en bucles interminables de sanar y de prepararse y más bien cómo hacer para recalibrar tu nueva identidad de una buena vez.

• Superar el "no tengo la autoridad para hablar de esto" aún cuando estés rodeada de personas que saben más que tu y entonces puede ser verdad que no sepas más que ellos, para que aún sientas que tienes un lugar.

• Tener la forma ridículamente sencilla para no paralizarte semanas cuando de la nada pierdes momentum y confianza y así no empezar desde cero con lo que venías haciendo.

•  Recuperar dirección después de equivocarte sin tener que desaparecer un rato. Porque no necesitas aislarte ni replantearte la vida cada vez que te va mal.

•  Distinguir si estás educándote o escondiéndote porque nunca sabes suficiente. Esto sirve para empezar cosas retadoras sin sentirte una farsa charlatana que saca ideas del aire.

•  Soltar algo sin sentir que estás rindiéndote o siendo infiel a tu moralidad. Porque a veces lo sano no es resistir: es reconocer que ya no va.

• Sal de la cultura de la pornografía del trauma donde las personas nunca dejan de sanar y se estancan en un lugar de victimización, activismo disregulado, resentimiento, aislamiento, carencia y patalogización para que realmente seas responsable de tus traumas sin negar tus experiencias vividas y puedas salir adelante con el proceso para poder ser consciente sin quedarte atascada.

•  Reparar los 5 nichos de autoestima sin buscar premio para el mejor autoestima si quieres ser una persona persuasiva y con autoridad.

•  Superar la sensación de que no sabes lo que haces o de que te señalen de que te estás inventado las cosas de la nada. Esta es una solución novedosa, testeada y comprobada sobretodo para personas ambiciosas o que les nutre ver avances sin negar ciencia y preparación. Solo esto te regresa toda tu inversión porque ya no vuelves a poner a otros en pedestales (incluyéndote).

•  No caer en agitación solo porque sentiste que hiciste algo mal o que no eres tan inteligente como crees, y así dejas de irte por un hueco de repasar todo lo que hiciste, distraerte y agotarte que arruina todo el avance que habias hecho.

•  Navegar críticas, sobretodo de personas que te importan, y agitación emocional durante peleas de jerarquía (donde se busca quién es más buena, educada, inteligente). Esto no para que tu energía no siempre sea drenada en explotar, dudar, retraerte, revisar todo lo ocurrido y tampoco en hacer nada. Mejor, sabrás exactamente (con oraciones y todo) qué decir, pensar e interpretar ante la sensación injusticia, mal o comparaciones.

•  Dejar de vivir soñando, decir que estás lista, pero luego no hacer un coño de lo que se requiere y de lo que sabes que necesitas hacer.

Porque prestar atención, bajarle a ansiedad y tener al autoestima para vivir bien no es solo rendir más.

Es poder nutrir lo que te importa y tener mas poder de autonomía.

Cuando diagnosticas tu neuroestilo innato para prestar atención, cortas con bucles de ansiedad y subes tu autoestima:

• Terminas lo que empiezas.

• Disfrutas de verdad lo que haces sin tener que simular interés y sin pasarte al lado de maleducada.

• Tomas mejores decisiones para tus necesidades de concentración como tipo de trabajo, horarios y relaciones sin dejar de ser una adulta. Incluso aumentas tu capacidad de responsabilidad.

• Vuelves a atender lo que haces, sin sentir que estás dejando algo pendiente en otra parte, sino que tienes un flujo de tareas que te funciona.

• Haces neuroregulación para identificar cuándo estás entrando en fatiga, ansiedad o dispersión y cómo regularlo para no perder rendimiento.

• Logras un diseño de vida adaptado a tu mente con estructuras en tu día para eliminar micro-decisiones, reducir ruido y liberar espacio para creatividad, foco y claridad.

• Tienes un identidad funcional donde integras tus sensibilidades como ventaja estratégica. Lo que antes sentías “raro” se convierte en tu diferenciador más rentable.

Tu rareza no es tu obstáculo.
Es tu estrategia.

La salud mental funcional no se trata de beberte un café tranquilamente por las mañanas.

Se trata de optimizar tu cerebro, tu entorno y tu energía para que tu vida no dependa de estar bien. 

Es aprender qué cosas adaptar y cuales simplemente son mas partes innatas y única tuyas que no has de tocar sino resaltar.

Sino te vas a diluir.

Te vas a quedar sin personalidad.

Y tu identidad será “tratar de gustar”.

Por eso esta es una Colección de los 3 cursos de más alto retorno de salud mental práctica, inmediata y sin bullshit.

Para que las cualidades que tuviste que pretender, obligar, esconder o diagnosticar como enferma las dejes de rechazar y uses a tu favor, ahora como un diferenciador potente y funcional para tus metas.