¿Quieres  descansar pero tienes una lista eterna de pendientes?

Te cuento algo interesante sobre eso. 

Esa sensación de que si tú no haces las cosas, no se hacen…
O no se hacen a tu manera.
O no se hacen a tiempo.

Eso está matando tus ganas de vivir.

Es simple fisiología.

Lo que estás sintiendo tiene nombre: sobrecarga mental.

Nadie puede ser de alto rendimiento sin apoyo adecuado.

Y no es sostenible que seas tú la que:

• Prepara la lonchera.

• Le manda el mail al cliente.

• Vacía el filtro de pelusa de la secadora.

• Y le recuerda al marido la cita romántica que tienen planificada hace dos semanas.

La solución no es contratar una señora de limpieza (aunque mala idea no es).

Tampoco es ser más organizada.

Acaso nunca has visto a alguien sin niños, con tiempo y una casa impecable que ande sobrellevada y te preguntas: "pero de qué te estresas mujer?"

Venga es porque la solución se llama Minimalismo Lujoso.

Son sistemas de alto rendimiento que respetan tus ritmos internos, tu estilismo personal, tus sueños y tu sensibilidad nerviosa.

Pa' que tengas salud mental, propósito y luego acciones para ver resultados y lo puedas sostener.

¿Quieres ejemplos reales?

¿La casa de tres pisos donde vives? ¿La elegiste tú conscientemente… o te la dejó tu abuela y sientes que tienes que vivir ahí?

¿La oposición que estás estudiando es tu verdadero sueño… o alguien te metió en la cabeza que “eso es seguridad”?

¿Te vistes deportivo todos los días porque quieres… o porque “un vestido de mil euros un martes por la mañana es solo para gente rica”?

Todas esas microdecisiones mal alineadas te están drenando.

Cada “debería”, cada “tengo que”, cada “ya que estamos” son pequeñas fugas de energía que se sienten como vivir en batería baja.

Y este test te va a diagnosticar eso exactamente.

Descubrirás cuál de los tres tipos de sobrecarga mental te está drenando más.

Lo que lograrás con este test gratuito:

• Identificar el patrón de sistema nervioso que más te está saboteando.

• Entender por qué no te alcanza ni el día ni la paciencia.

• Dejar de sentir que cada semana estás “empezando desde cero.”

• Y darte cuenta de que no necesitas fuerza de voluntad, sino sistemas que te sostengan incluso cuando estás en baja energía.