Book a call

Aumenta lo que crees que vales.

 

Sin fantasías ni escribiendo en tu diario de agradecimiento.

 

Esto va de construir una autoestima estable, que no se quiebre al primer comentario malintencionado ni se paralice por el miedo.

 

Ahora, puedes (o no) creerme porque estás leyendo esto en internet. Pero hay alguien de quien no deberías dudar jamás: Beyoncé.

Escucha esta historia.

La reina del pop, ícono de éxito y perfección, confesó una vez que, antes de un show, se sintió tan insegura que pensó en cancelarlo.

Pero, en lugar de engancharse al drama mental como garrapata a perro callejero, fue a su camerino, se miró al espejo y dijo:

“Eres fucking Beyoncé, no joda.”

Y salió al escenario a destruirlo (en el buen sentido).

¿El punto?

Incluso ella, con todo su éxito, tiene momentos de duda.

Y si Beyoncé los tiene, ¿por qué tú creerías que deberías sentirte segura el 100% del tiempo?

Ahora bien, aquí está el detalle importante.

Ella no actuó como alguien que se deja vencer.

No fue cuestión de repetir mantras y esperar un milagro.

Tomó acción desde el valor que sabe que tiene, aunque por un momento se haya sentido diferente.

 

Y antes de que pienses que te diré una pendejada como "hazlo con miedo" pregúntate esto...


¿Sabes distinguir entre un miedo real, que significa “mejor prepárate,” y uno causado por tu autoestima tambaleante?

¿Sabes cómo regularte para no sabotear la calidad de lo que ofreces?

¿Sabes cómo convertir el fracaso en un trampolín para mejorar, sin odiarte por quien eres ahora?

Porque te lo digo claro: esos momentos de inseguridad volverán, como cuando:

  • Evitaste esa presentación por miedo a “hacer el ridículo.”
  • No empezaste ese negocio porque pensaste “¿quién va a confiar en mí?”
  • Dejaste pasar esa relación porque temías que “no te eligieran.”

 

Y si crees que no hay salida o que es mejor esperar, aquí un dato...

Un estudio de la American Psychological Association muestra que las personas que enfrentan sus dudas, en lugar de evitarlas, son más exitosas a largo plazo.

En este reto de 14 días vas a aprender a regular tu sistema nervioso y fortalecer tu autoestima, para enfrentar tus dudas y actuar con la confianza de que puedes manejar lo que venga.

Pero no solo para sobrevivir.

Para escalar: mental, emocional, relacional y materialmente.

Porque el próximo escalón en tu vida no va a esperarte.

Elige subir o puede que pierdas tiempo en el piso. 

 

El autoestima bajo es el que te hace seguir escogiendo al mismo tipo de hombre, trabajo y rutina de crianza.

 

No es un problema de entender, ya tu familia está harta de hacértelo ver, es un problema de sentir y de patrones de acción.

 

Seamos brutalmente claras: ya sabes que sigues escogiendo al mismo tipo de hombre que te ignora, el trabajo que te exprime y la rutina de crianza que te deja comiendo sobras de pan y saliendo apurada por la puerta en las mañanas.

No es un problema de teoría.

Tus amigas ya te dieron discursos, tu mamá se hartó de insinuarlo, y tú misma has visto tantos reels de autoestima que pudieses escribir esta misma web.

Porque el problema es que saberlo no cambia nada si no puedes sentirlo.

Y aquí va la verdad cruda y pura.

 

El autoestima bajo no vive en tu cabeza.

Vive en tus patrones de acción.

 

En lo que haces cuando nadie te está viendo.

En cómo, sin darte cuenta, eliges lo que confirma esa narrativa de “no merezco más.”

Por eso, el cambio no viene de entender más, sino de sentir diferente.

Y para eso necesitas tres cosas:

  1. Identificar los patrones invisibles: ¿Por qué siempre terminas con el hombre que promete pero no cumple, el trabajo que paga pero no satisface, o la rutina que cumple con todos menos contigo?

  2. Cambiar cómo respondes al malestar: Porque la primera reacción de alguien con autoestima frágil es evitar el conflicto, conformarse o sabotearse antes de fallar.

  3. Reprogramar las decisiones pequeñas: No se trata de un gran cambio mágico, sino de que en cada pequeña elección construyas un camino diferente.

Es como un GPS.

No importa cuántas veces sepas que tomaste el camino equivocado, el sistema no cambia solo por reconocerlo.

Se requiere de girar, recalcular y seguir una nueva ruta, paso a paso.

Así que deja de esperar que entender más solucione lo que necesitas sentir y actuar diferente.

Porque saber no transforma, pero actuar desde un nuevo lugar sí lo hará.

Reto online para esto abajo.

¡Sí! ¡Yo quiero!

Reto "Autoestima"

€800 EUROS

Clase + Telegram

Pago en dólares americanos $831 USD. 

  • Reto grupal de 14 días en Telegram con Vero en formato audios diarios, reales y del estilo "no puedo creer que dijo eso" porque voy a leer tu mente para subir autoestima usando regulación del miedo a no ser suficiente y activación de un miedo bonito para dones.
  • 2 Clases en directo de 45 minutos c/u. La primera enfocada en un miedo paralizador - es que el si tomas decisiones sostenidas desde ahi destruyes tu autoestima y traumatizas la experiencia novedosa. La segunda es el miedo bonito - es el que se siente tenebroso pero es porque estás creciendo, no estás tolerando abuso y eres persuasivamente atractiva por tu confianza y alto auto-valor. Todo con foco en empezar a ver resultados en mente, emociones y manifestaciones de riqueza (tiempo, dinero, propósito) en 14 días.
Acceso cerrado hasta 2026

El autoestima bajo no se nota hasta que toca decidir algo importante.

 

No se siente todos los días, ¿verdad?

Porque, en el día a día, puedes funcionar.

Haces lo que tienes que hacer, sobrevives y te ríes con tus amigos mientras terminas la última temporada de The Ultimatum.

Pero el golpe llega cuando toca una decisión grande.

  • Cambiar de trabajo y dejar la estabilidad.
  • Terminar una relación que ya no funciona.
  • Invertir en ti misma y no solo en lo que los demás esperan de ti.

Y ahí es cuando el autoestima bajo te muestra su peor cara.

No grita.

No es dramático.

Es un susurro constante que dice:

  • “¿Y si no te sale bien?”
  • “No estás lista.”
  • “Mejor espera un poco más.”

Es sutil, pero implacable.

Y sin darte cuenta, terminas paralizada, eligiendo lo seguro aunque lo odies, quedándote donde estás aunque te consuma.

Y no estás fallando por falta de talento o de oportunidades.

Estás fallando porque no confías en ti lo suficiente para tomarlas.

Esto no se resuelve con un “échale ganas” ni con frases motivacionales.

Se resuelve enfrentando esas pequeñas decisiones que haces todos los días desde el miedo.

Cambiando la narrativa que te mantiene en pausa.

Y construyendo la seguridad desde acciones, no desde palabras.

Porque la vida que quieres no está esperando a que te sientas lista.

Está esperando a que te atrevas.

Y eso no lo haces pensando más, sino moviéndote a pesar del miedo.

Reto arriba.