Pon atención a lo que te digo si quieres ingresar más dinero con tranquilidad.
Durante la Gran Depresión (esa donde todo el mundo se tiró por la ventana), hubo personas que se hicieron más ricas que nunca.
Porque mientras las masas perdían todo, algunos inversores sabían que el pánico era su mejor amigo.
Tal fue el caso de Jesse Livermore, un famoso especulador de Wall Street que, en medio de la peor crisis económica de la historia, hizo una fortuna al apostar contra el mercado.
¿Cómo lo hizo?
Simple.
Algo que tu misma puedes hacer hoy.
Se mantuvo emocionalmente distante.
Mientras los pequeños inversionistas se dejaban llevar por el pánico y empezaban a vender todo, Livermore compraba cuando los precios estaban por los suelos, sabiendo que el mercado eventualmente se recuperaría.
El miedo de todos, que hizo que se desplomara el mercado, fue lo que a él le permitió enriquecerse.
La lección para ser más rica es accionar sin tomártelo personal.
Porque el dinero no se hace con miedo.
Se hace con calma mental y estrategia.
Mientras la mayoría se está volviendo loca buscando un salvavidas, los que saben leer el miedo y actuar desde la tranquilidad, se quedan con todo.
¿Y por qué dije que los pobres no saben bailar?
Porque, cuando el dinero es sinónimo de miedo, la gente reacciona impulsivamente.
No se dan cuenta de que, cuanto más miedo hay, más estrategia y calma necesitas.
No es muy diferente a la claridad que necesitas cuando bailas.
No puedes simplemente hacer movimientos en todas las direcciones.
Necesitas escuchar.
Necesitas sentir.
Y luego unir todos los pasos y bailar.
¿Pero cómo mantenerte emocionalmente calmada cuando hay dinero de por medio?
Pues sin apuro, a un paso constante y seguro.
Con una fuerte capacidad para reaccionar ante las oportunidades (o crisis).
Ni demasiado rápido, ni demasiado lento, sino justo a tiempo, sin perder el compás.
La base de comportarse así es tu mentalidad.
El truco está en saber cuándo acelerar, cuándo frenar y cómo mantener el equilibrio para que, al final, el baile fluya sin esfuerzo y te lleve a donde quieres llegar.
Esto lo logras con una mentalidad del dinero a prueba de congelamiento o de impulsividad.
Esto es manejar tus emociones e identidad financiera.
Para que en tu proceso de ser más rica tus patrones inconscientes no te saboteen, paralicen o hagan ser impulsiva.