Emails Que Venden.
El sistema para escribir, enviar y vender sin complicarte.
Y cómo apuntar a la luna (literalmente) tiene todo que ver con escribir emails que venden.
Esta historia que parece mentira realmente ocurrió.
Eran un grupo de ingenieros, científicos y un presidente un poco loco.
Se sientan un día y dicen:
“Vamos a mandar a un tipo a la Luna. Que camine por ahí, eche un vistazo, y de paso, lo traemos de vuelta sin matarlo. Y lo hacemos en menos de 10 años.”
Pero a ver...
En ese momento, apenas y sabían cómo lanzar un cohete sin que explotara al despegar.
Era como si yo te dijera que en un mes vas a correr un maratón, pero no puedes caminar ni dos cuadras sin jadear.
Suena imposible, ¿verdad?
Verdad.
Ahora lee esto:
Los hdp lo lograron.
Pero aquí está el detalle.
No lo lograron porque pensaron positivo.
Lo lograron porque se propusieron un objetivo tan absurdo, tan ridículamente grande, que no tuvieron otra opción que pensar diferente.
No podían usar los mismos métodos de siempre.
Tuvieron que innovar, romper límites y encontrar soluciones completamente nuevas.
Esto es lo que llaman la paradoja de la ambición.
Esta paradoja dice que es más fácil lograr un objetivo gigante que uno pequeño.
¿Por qué?
Primero, porque hay menos competencia en la cima.
Hay más gente peleándose por lograr algo “realista” (ganar $100 al día, escribir un email básico) que por algo grande (convertir esos emails en una máquina de ventas).
Segundo, porque un objetivo grande cambia tu mentalidad.
No puedes lograrlo con pequeños ajustes aquí y allá.
Tienes que pensar diferente, salirte de lo común y buscar soluciones que te hagan destacar.
¿Y qué tiene que ver esto con escribir emails?
Todo.
Porque el problema de la mayoría es que piensan en pequeño.
Escriben emails como si estuvieran mandando una carta aburrida al banco.
Y luego se preguntan por qué nadie los lee, nadie hace clic y, por supuesto, nadie compra.
Tienes que apuntar a lo grande.
Escribir emails que no solo informen o entretengan, sino que conecten, emocionen y, lo más importante, vendan.
Eso no se hace siguiendo fórmulas mediocres.
Se hace aprendiendo a pensar diferente, como los tipos que llevaron al hombre a la Luna.
Esto es lo que vas a aprender en Emails Que Venden.
- Cómo escribir emails que la gente quiera abrir, leer y en los que haga clic, de idea a enviado en menos de 30 minutos.
- Una única estrategia de emails que no requiere de nuevos suscriptores que al dominarla puedes 4X tus ingresos que no son embudos ni newsletter. Si lo sostienes claro, y haces lo que digo.
- La fórmula para embudos automatizados (secuencia de emails) que sean lógicos, incluso cuando vendes varios productos, sin que compitan entre sí ni confundan a tus clientes. De esta forma haces plata incluso si estás en una playa comiendo pescado frito. Y esto sin que sean 10 miserables, larguísimos e infinitos emails.
- Estrategia específica para emails diarios, semanales y de lanzamientos que no agobian ni se sienten repetitivos aunque estés encorvada en una esquina del dolor menstrual, sin sacrificar calidad. Esto gracias a tener una estrategia clara que no es emoción-dependiente.
- Cómo transformar historias cotidianas (sí, incluso las más aburridas) en una conversación que termina en ventas. Incluso qué decir cuando no tienes “nada que contar” para que tus emails sigan siendo irresistibles.
- Qué hacer si nadie interactúa con tus emails y cómo evitar entrenar una comunidad silenciosa para no considerar tu plan B de vender fotos de tus pies.
- Qué dicen las analíticas de tus emails y cómo usarlas para probar ideas antes de lanzarlas oficialmente.
- La paradoja de vender más diciendo menos, y cómo evitar saturar a tus lectores mientras los motivas a comprar.
- El truco antiintuitivo para hablar de tu producto sin sonar desesperada ni sentir que “estorbas” a tu audiencia. Al contrario, te verán como una figura de autoridad en tu campo y te comprarán más.
- La forma de superar el miedo a enviar emails por temor a molestar, logrando que tus lectores esperen tus mensajes.
Esto no es escribir cualquier cosa por salir del paso.
Esto es usar estrategias sencillas fáciles de entender para vender sin sonar desesperada incluyendo storytelling, psicología de ventas y posicionamiento para clientes premium, métodos sostenibles para que no te quemes dejando parte de tu cerebro con cada email y resultados claros que son emails que te hacen ganar más dinero, ya sea que vendas cursos, servicios o productos físicos.
Esto importa porque el día que Instagram falle, te quedas sin negocio.
Depender de Instagram para todo es como construir una casa de barro en época de lluvias.
Pero con emails:
- Tienes el control total de tu comunicación.
- Puedes vender todos los días sin depender de algoritmos.
- Construyes una relación directa con tu audiencia, sin filtros ni interferencias.
En pocas palabras: los emails son la base de un negocio limpio, sólido y rentable.
Y lo mejor, escribir estos emails toma 30 minutos (sí, es posible, por eso escribo emails diarios tengo 3 marcas, no tengo equipo (solo una asistente de atención al cliente) y todo siendo madre de 2 peques - sin una onza de fatiga).
Entonces, olvídate de que un buen email tiene que ser largo.
No es una novela, es un mensaje directo que engancha y vende.
Usas lo que enganche atención y una humilde historia corta.
No necesitas inventar la rueda.
Nota si tienes la necesidad de sufrir para ser productiva o rica
Y por supuesto aqui no estás para entretener, paso eso la gente ve Netflix.
Tampoco para hacer una obra de caridad al mundo y salvar a las tortugas, para eso abres una ONG y al menos te ahorras los impuestos.
Por eso en cada email vas a vender sin ser una pesada, solo ser una autoridad en tu tema.
Esto es tan óptimo que hasta sabrás vender múltiples productos sin confundir a nadie.
Esto con práctica y si haces lo que te digo, claro.
Porque la clave está en la secuencia y marca.
Cada email tiene un propósito claro y no trata de vender todo a la vez como una desesperada.
Todo es limpio, fluido y coherente con una secuencia que fluye sola.
Tanto así que te piden el próximo producto o servicio antes de que siquiera lo nombres.
Se llama ser persuasiva y conectada con tu audiencia a nivel diosa.
Todo esto.
Poco más.
Abajo.