Esto es sobre un email real de una artista de mi zona.

Estoy en su lista de correos.

Le he comprado varias cosas pequeñas.

Le quiero comprar una pieza grande y costosa, pero me vende mal.

Te muestro cómo transformar un email mediocre que no vende en uno que hace que la gente saque la tarjeta con gusto.

Como un email de una artista local que me encanta, pero que escribió tan mal que casi me hace reconsiderar si seguir en sus emails o no.

Porque escribir malos emails es una falta de respeto a tu audiencia.

Es tiempo que me hace perder que puedo pasar con mis hijos, durmiendo o viendo Netflix.

Cosas importantes para mi.

Entonces aquí lo que hago es simple.

Agarro un email de ella, lo desarmo, y en 5 minutos, antes de sentarme a ver Stranger Things con mis hijos, lo convierto en un email claro, directo y con estrategia.

Un email que no solo me convencería a mí de comprarle, sino a cualquiera que lo reciba.

Tus emails no necesitan ser obras maestras, pero sí deben tener un propósito claro.

Y aquí es donde aprendes a escribirlos.

Porque perder ventas por un mal email es como quemar dinero... y eso no va contigo, ¿verdad?

La consecuencia de no dominar email marketing es:

• Tu audiencia no entiende qué les estás vendiendo.
• La oferta no se siente emocionante ni personalizada.
• Pierdes la atención de clientes que están listos para comprar algo grande, pero no reciben el empujón necesario.
• No eres dueña de la información de contacto de las redes sociales, es la plataforma de otra empresa, tienes cero data propia ahi. Mañana te la cierran y se va todo.
• Es un método clásico y timeless del mundo online que quien no lo domine no se lo que hace con su vida (y negocio, que son lo mismo).

“No lo necesito, ya sé escribir emails.”

Perfecto. Y hasta las grandes marcas siguen perfeccionando su comunicación.

Una onza de humildad podría enseñarte cómo hacer que esos emails no solo se vean bonitos o vendan bien, sino que vendan mejor y de verdad... incluso optimizar el tiempo que te toma pensarlos y enviarlos.

“Prefiero hacerme la loca con mis emails antes que aceptar que no venden.”

Negarlo no hará que mejoren. Aceptarlo es el primer paso para transformarlos en una herramienta que realmente potencie tu negocio.

Es momento de enfrentar el reto y demostrar de lo que eres capaz.

Para quienes estan listos. Descarga gratis abajo lo que hice.